miércoles, 18 de agosto de 2010
¿Qué es el Manifiesto de la Stevia?
Juan (Artesa de Segre)
El "Manifiesto de la Stevia" es un documento promovido por el movimiento Slow Food, con el objetivo de alertar sobre la importancia de esta planta dulce que tiene importantes beneficios para la salud humana. La Stevia es una planta que se ha convertido en el símbolo de autonomía contra las farmacéuticas y de la lucha contra los transgénicos. Reproducimos, dado su interés, el texto de este manifiesto que puede descargarse desde la web de Slow Food:
La Stevia o “hierba dulce” es una planta originaria del Paraguay, llamada originariamente Ka´a he´e, en guaraní. Puede endulzar los productos de manera natural y sin calorías, lo que vendría a suponer una revolución en el campo de los edulcorantes.
• Según diversas fuentes, la Stevia, en su forma natural, es 15 veces más dulce que el azúcar de mesa y su extracto, rico en esteviosido y rebaudiosido, unas 200 veces más. Por otra parte, su ingesta no afecta a los niveles de azúcar sanguíneo sino que los regula.
• Recientemente, entre las conclusiones de la segunda reunión internacional de la Stevia (Asunción, Paraguay,2006), se presentaron públicamente los resultados de los estudios requeridos por el Joint FAO/WHO Expert Comité on Food Aditives (JECFA), con objeto de lograr el status definitivo de los Steviolglucosidos, e iniciar las gestiones posteriores que permitan la apertura de la comercialización internacional de la Stevia en los países que aún hoy no esta autorizada.
• Por otra parte, científicos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), presentaron nuevas perspectivas muy prometedoras de los componentes de la Stevia en el tratamiento de la diabetes tipo-2, resultados que también se están constatando en afectados por esta enfermedad en España e incluso con casos del tipo-1. También se está avanzando en identificar sus propiedades como antiséptico bucal y antiinflamatorio. Y en Japón esta muy extendido su uso incluso como mejorante del suelo, plantas y animales.
• Ya este año 2007 se ha conseguido que la FAO y la OMS, ante las determinaciones de inocuidad, incluyan a la Stevia en una lista temporal, como paso previo para el definitivo pasaje a su “Codex Alimentarius”. De hecho, el JECFA ya admitió la ingesta de hasta dos miligramos por kg. y día de glicósidos de esteviol (calculados como Steviol), cantidad muy alta que abre una vía clara para el reconocimiento generalizado.
• Según las investigaciones que se citan, se constata que el consumo de Stevia a largo plazo es seguro en humanos y su consumo influye de manera favorable en los niveles de glucosa en sangre de los diabéticos y en los de presión arterial de los hipertensos. Así mismo, su consumo no modifica otros parámetros (lípidos, función renal y hepática).
• Hasta el momento, EEUU autoriza su comercialización en herboristerías y está bastante extendido su cultivo, además se consume legalmente desde hace muchos años en Japón, Corea del Sur, China, así como en gran parte de Latinoamérica (Brasil Colombia, Argentina, Perú…) y sobre todo en Paraguay, país originario de esta planta, que debe jugar un papel importante en la promoción y distribución de semillas y variedades que permitan la extensión de su cultivo a nivel mundial. En Europa no se admite su venta, aunque en Alemania su consumo es tolerado, siendo uno de los principales importadores y exportadores de Stevia del mundo.
• En definitiva, la Stevia se perfila como una planta extraordinaria que podría beneficiar la salud de la humanidad y contribuir a la mejora de la economía de los campesinos, ante la gran demanda que se avecina de esta hierba dulce.
• En Junio de 2007 hemos conocido cómo dos multinacionales, Coca Cola y Cargill, informan que han patentado un producto derivado de la stevia llamado “rebiana”, al que han asociado hasta 24 patentes, fundamentalmente en relación con extraer los extractos de las hojas y que no deje el sabor amargo que tiene el estevoisido, quizá utilizando preferentemente el rebaudiósido, que no tiene este amargor. De ahí, quizá, el nombre de la patente. No obstante, estas técnicas y los procesos productivos son conocidos y están patentados desde hace años en Japón.
• Slow Food, ante las perspectivas de futuro de esta planta, reclama y apoya una producción de estevia abierta a las diferentes comunidades agrícolas a nivel mundial, y un incremento de su consumo que permita un uso generalizado a la vista de sus cualidades medicinales y alimentarias. La Stevia debe ser declarada patrimonio agrícola y salutífero de toda la humanidad a través de la acción permanente de las comunidades agrarias y de consumo a escala internacional.
• Por todo ello, Slow Food se manifiesta de forma activa para resistir a las tendencias de privatización mercantil de este patrimonio agrario. Consideramos fundamental resaltar no solo sus propiedades como edulcorante, sino lo que es quizá más importante: su capacidad medicinal. Como buena comida que si, además, se produce limpiamente favoreciendo su cultivo ecológico y se consiguen precios justos para los productores, puede constituir un apoyo fundamental a la soberanía de las comunidades del alimento. En definitiva, no se puede patentar la vida, ni la salud de los hombres: ello es patrimonio de todos.
Fuente: http://www.terra.org/articulos/art02021.html
El "Manifiesto de la Stevia" es un documento promovido por el movimiento Slow Food, con el objetivo de alertar sobre la importancia de esta planta dulce que tiene importantes beneficios para la salud humana. La Stevia es una planta que se ha convertido en el símbolo de autonomía contra las farmacéuticas y de la lucha contra los transgénicos. Reproducimos, dado su interés, el texto de este manifiesto que puede descargarse desde la web de Slow Food:
La Stevia o “hierba dulce” es una planta originaria del Paraguay, llamada originariamente Ka´a he´e, en guaraní. Puede endulzar los productos de manera natural y sin calorías, lo que vendría a suponer una revolución en el campo de los edulcorantes.
• Según diversas fuentes, la Stevia, en su forma natural, es 15 veces más dulce que el azúcar de mesa y su extracto, rico en esteviosido y rebaudiosido, unas 200 veces más. Por otra parte, su ingesta no afecta a los niveles de azúcar sanguíneo sino que los regula.
• Recientemente, entre las conclusiones de la segunda reunión internacional de la Stevia (Asunción, Paraguay,2006), se presentaron públicamente los resultados de los estudios requeridos por el Joint FAO/WHO Expert Comité on Food Aditives (JECFA), con objeto de lograr el status definitivo de los Steviolglucosidos, e iniciar las gestiones posteriores que permitan la apertura de la comercialización internacional de la Stevia en los países que aún hoy no esta autorizada.
• Por otra parte, científicos de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), presentaron nuevas perspectivas muy prometedoras de los componentes de la Stevia en el tratamiento de la diabetes tipo-2, resultados que también se están constatando en afectados por esta enfermedad en España e incluso con casos del tipo-1. También se está avanzando en identificar sus propiedades como antiséptico bucal y antiinflamatorio. Y en Japón esta muy extendido su uso incluso como mejorante del suelo, plantas y animales.
• Ya este año 2007 se ha conseguido que la FAO y la OMS, ante las determinaciones de inocuidad, incluyan a la Stevia en una lista temporal, como paso previo para el definitivo pasaje a su “Codex Alimentarius”. De hecho, el JECFA ya admitió la ingesta de hasta dos miligramos por kg. y día de glicósidos de esteviol (calculados como Steviol), cantidad muy alta que abre una vía clara para el reconocimiento generalizado.
• Según las investigaciones que se citan, se constata que el consumo de Stevia a largo plazo es seguro en humanos y su consumo influye de manera favorable en los niveles de glucosa en sangre de los diabéticos y en los de presión arterial de los hipertensos. Así mismo, su consumo no modifica otros parámetros (lípidos, función renal y hepática).
• Hasta el momento, EEUU autoriza su comercialización en herboristerías y está bastante extendido su cultivo, además se consume legalmente desde hace muchos años en Japón, Corea del Sur, China, así como en gran parte de Latinoamérica (Brasil Colombia, Argentina, Perú…) y sobre todo en Paraguay, país originario de esta planta, que debe jugar un papel importante en la promoción y distribución de semillas y variedades que permitan la extensión de su cultivo a nivel mundial. En Europa no se admite su venta, aunque en Alemania su consumo es tolerado, siendo uno de los principales importadores y exportadores de Stevia del mundo.
• En definitiva, la Stevia se perfila como una planta extraordinaria que podría beneficiar la salud de la humanidad y contribuir a la mejora de la economía de los campesinos, ante la gran demanda que se avecina de esta hierba dulce.
• En Junio de 2007 hemos conocido cómo dos multinacionales, Coca Cola y Cargill, informan que han patentado un producto derivado de la stevia llamado “rebiana”, al que han asociado hasta 24 patentes, fundamentalmente en relación con extraer los extractos de las hojas y que no deje el sabor amargo que tiene el estevoisido, quizá utilizando preferentemente el rebaudiósido, que no tiene este amargor. De ahí, quizá, el nombre de la patente. No obstante, estas técnicas y los procesos productivos son conocidos y están patentados desde hace años en Japón.
• Slow Food, ante las perspectivas de futuro de esta planta, reclama y apoya una producción de estevia abierta a las diferentes comunidades agrícolas a nivel mundial, y un incremento de su consumo que permita un uso generalizado a la vista de sus cualidades medicinales y alimentarias. La Stevia debe ser declarada patrimonio agrícola y salutífero de toda la humanidad a través de la acción permanente de las comunidades agrarias y de consumo a escala internacional.
• Por todo ello, Slow Food se manifiesta de forma activa para resistir a las tendencias de privatización mercantil de este patrimonio agrario. Consideramos fundamental resaltar no solo sus propiedades como edulcorante, sino lo que es quizá más importante: su capacidad medicinal. Como buena comida que si, además, se produce limpiamente favoreciendo su cultivo ecológico y se consiguen precios justos para los productores, puede constituir un apoyo fundamental a la soberanía de las comunidades del alimento. En definitiva, no se puede patentar la vida, ni la salud de los hombres: ello es patrimonio de todos.
Fuente: http://www.terra.org/articulos/art02021.html
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